La evidencia sugiere que la enfermedad de Alzheimer es parte de un continuo, caracterizado por largas fases preclínicas que anteceden al inicio de los síntomas de la enfermedad. En varios casos, este continuum comienza con el deterioro cognitivo leve, en el que las actividades diarias se conservan a pesar de la presencia de cierto deterioro cognitivo sobre todo por aspectos de memoria.
La posibilidad de tener un marcador neurofisiológico fiable y sensible, que pudiera utilizarse para la detección precoz de la enfermedad de Alzheimer, sería una herramienta diagnóstica extremadamente valiosa en una enfermedad de gran prevalencia entre la población. Un estudio se ha planteado buscar la fiabilidad de la negatividad auditiva de desadaptación como marcador capaz de identificar la progresión del deterioro cognitivo leve en la enfermedad de Alzheimer. El trabajo ha sido llevado a cabo, en colaboración con la Universidad de Trento, por la investigadora del Centro de Cognición y Cerebro del Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona), Manuela Ruzzoli.
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