El pasado viernes 25 de noviembre tuvo lugar la I Jornada de Daño Cerebral Sobrevenido en Castilla-La Mancha, promovida por la Consejería de Sanidad y la asociación Iguala3. La jornada ha contado con la participación de profesionales expertos en este campo, como el Dr. Antonio Yusta, jefe de neurología de la Gerencia de Atención Integrada de Guadalajara (SESCAM), cuyo trabajo en el Instituto de Enfermedades Neurológicas de Castilla-La Mancha se centra en la rehabilitación de personas con Daño Cerebral. La ponencia de Aurora Lassaletta, psicóloga clínica y autora del libro “El Daño Cerebral Invisible”, puso de relieve la importancia de las secuelas que suelen pasar desapercibidas tras una lesión cerebral. “La gente piensa que la mejoría física conlleva mejoría general, pero la fatiga neurológica o los bloqueos en sitios con mucha gente, permanecen años después del traumatismo craneoencefálico”, indicó Lassaletta, quien sufrió un accidente de tráfico en 2004. Actualmente preside la Asociación Daño Cerebral Invisible, cuyo objetivo es mejorar la situación del colectivo de personas con Daño Cerebral Sobrevenido, a través de la sensibilización de la sociedad. El movimiento asociativo, representado por Patricia Perona de la Fundación CERES, Jimena Solano de ADACE CLM y Daniel Sánchez de Iguala3, estuvo presente en una mesa de buenas prácticas y necesidades detectadas. Cerró la Jornada la Dra. Yolanda Pérez, neuropsicóloga del Hospital Nacional de Parapléjicos, cuya ponencia versó sobre la prevención primaria del Daño Cerebral. “Todo el mundo prefiere no padecer un ictus, antes que superar un ictus. Por ello la prevención primaria es esencial”, según la Dra. Pérez.
D.ª Maite Marín, Directora General de Humanización y Atención Sociosanitaria, inauguró la I Jornada de Daño Cerebral Sobrevenido en Castilla-La Mancha, acompañada por el Director General de Discapacidad, Javier Pérez, y por el Neuropsicólogo y Director Gerente de Iguala3, Daniel Sánchez. Desde la Junta de Comunidades se subrayó la importancia de trabajar para un colectivo que en nuestra región supone más de 20.000 personas. Las conclusiones generales de la I Jornada giran en torno a la necesidad de implementar más recursos específicos de atención al Daño Cerebral Sobrevenido, especialmente tras la fase aguda (hospitalaria), al recibir el alta médica. A nivel más específico, se indicó la necesidad de informar a las familias desde la fase hospitalaria, contar con grupos de autoayuda, e integrar la atención neuropsicológica con la atención desde la psicología clínica. Además se subrayó la necesidad de humanizar la atención al colectivo de personas con DCS y sus familiares, así como la importancia de desarrollar proyectos en el entorno rural, para llegar a las personas que todavía habitan la España vaciada.
El ictus es la primera causa -no la única- de Daño Cerebral Sobrevenido en países desarrollados. También es la primera causa de muerte de mujeres en España, según datos de la Sociedad Española de Neurología. A menudo, una lesión cerebral implica secuelas que merman la funcionalidad de la persona. Según la localización de la lesión en el cerebro, pueden darse dificultades de motricidad, alteraciones en la sensibilidad, problemas en la comunicación, o cambios que afectan a la toma de decisiones, al control de impulsos… o a la forma de ser. “Mi marido es otra persona” o “a mi hija me la han cambiado”, son frases que muchos familiares pueden llegar a expresar.
Por algo se empieza. Ya era hora.